En los años que llevo ejerciendo como psicóloga este suele ser un tema recurrente. Yo siempre digo que no me gusta utilizar la palabra "normal" y en este artículo os voy a explicar por qué.

Es un tema que, como otros que tratamos en este blog, puede llegar a ser algo controvertido. 

¡Empezamos!

palabra normal normalidad.jpg

¿Qué es la normalidad?

Hay diferentes perspectivas que intenta definir lo que es la normalidad. Desde mi punto de vista, a todas ellas le podemos encontrar un problema y, como explicaré en las conclusiones, lo mejor sería tomar un poco de cada una de ellas para poder establecer qué es normal y que no. 

A continuación, las vamos a ir mencionando:

Salud

Esta perspectiva ve la normalidad como una ausencia de enfermedad. En otras palabras, la normalidad es no tener ninguna discapacidad, no tener dolores y no tener ningún tipo de malestar o enfermedad. 

Estadística

Es el enfoque más aceptado actualmente. Se refiere a la normalidad como lo que todos hacemos, tenemos o somos. Por ejemplo, una persona que escucha la música que todo el resto del mundo sería una persona normal. 

Ideal

La normalidad sería aquel ideal óptimo. Sería algo utópico que no existe porque, en salud mental, significaría tener una armonía mental completa. 

Proceso

Se refiere a la normalidad como la capacidad de volver al equilibrio tras un malestar. Por ejemplo, en el caso de que hayas tenido un accidente la normalidad, según esta perspectiva, sería la capacidad para volver al equilibrio tras el malestar causado por dicho accidente. 

¿Qué es lo contrario a lo normal?

Lo contrario a lo normal sería para muchos lo patológico o lo anormal. En cuestiones de salud y teniendo en cuenta las diferentes perspectivas lo anormal sería:

  1. Salud. Lo anormal serían todas aquellas personas que tienen alguna discapacidad, enfermedad, dolor, etc. 
  2. Estadística. En este caso lo anormal sería todo lo que se sale de lo normal, es decir, todo lo que se sale de las cosas comunes que hace la gente. Por ejemplo, una persona que tiene un cociente intelectual más bajo que la media.
  3. Ideal. Lo anormal sería el no tener esa armonía mental de la que hemos hablado en el anterior apartado.
  4. Proceso. Lo anormal sería el no poder tener un equilibrio o volver al punto de partida en el caso de que pase algo. Siguiendo el ejemplo que hemos puesto en el punto anterior sería el no poder reponerse después del accidente. 

Ahora bien, aunque hemos utilizado las palabras "anormal" y "patológico" como sinónimos, es importante destacar que no todo lo anómalo es patológico, pero que si todo lo patológico es considerado como anómalo. 

lo normal y lo patológico.png

¿Cuál es desde mi punto de vista la normalidad?

Es bien sabido, que actualmente estos términos son bastante confusos. Desde mi punto de vista hoy en día la gente hace énfasis, en que lo normal es lo que está socialmente aceptado; por tanto, estaríamos hablando de la normalidad como media estadística. Esto se debe a que lo que está socialmente aceptado es lo que la mayoría de la gente hace.

Sin embargo, hay que tener en cuenta el siguiente ejemplo: una persona que va desnuda dentro de un grupo que va con ropa, sería considerado como anormal; los normales serían los otros, los que van vestidos, es decir, lo que la gente hace de media.

Pongamos otro ejemplo, imagínate un niño con un TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). Este niño dentro de un aula de niños sin necesidades especiales sería considerado como "anormal". Sin embargo, este mismo niño dentro de una clase de niños con necesidades especiales sería considerado "normal". 

Desde mi punto de vista, esto no debería ser así, ya que se deberían considerar las cuatro perspectivas de la normalidad (normalidad como salud, como medía estadística, como utopía y como capacidad de regresar al equilibrio).

Además, también se deberían tener en cuenta los factores culturales para determinar si algo es normal o patológico. Claro está, que existen unos manuales universales para diagnosticar los trastornos mentales, como pueden ser el DSM-5 o la CIE-11; pero muchas veces lo que nuestra cultura considera como normal, para otras no lo es.

Un claro ejemplo de lo anterior puede ser que en algunas culturas se hacen exorcismos. Esto, en nuestra cultura sería considerado como algo totalmente anormal y patológico, pero para ellos puede ser la práctica más normal del mundo. Por lo tanto, creo que se podría decir que todavía no hay una definición para catalogar algo como normal o patológico y lo que hay sigue siendo muy confuso.

Aun así, pienso que sería más apropiado utilizar los términos "Salud y Enfermedad".  Al fin y al cabo, creo que, en el ámbito clínico, todo debería considerarse normal y perfectamente humano.

Conclusiones

Como psicóloga prefiero no utilizar el término "normal" o "normalidad" por todo lo que he explicado. Entre otras cosas porque para mí que una persona no haga lo que el resto no debería ser el único motivo para considerarla anormal o patológica. 

Por eso, como acabo de comentar en el apartado anterior, prefiero usar los términos "salud/enfermedad" o "saludable/tóxico" para referirme al bienestar de las personas. 

Es más, desde mi punto de vista la normalidad debería ser todo aquello que no tenga alteraciones en tres ámbitos: biológico o médico, social y psicológico. En otras palabras, como se establece en el DSM-5, desde mi punto de vista, debería considerarse patológico todo aquello que causase malestar clínicamente significativo en algunas de las áreas importantes de funcionamiento como, por ejemplo: social, académica, laboral, familiar, etc.

Otro aspecto que me gustaría destacar es que siempre se debe tener en cuenta la cultura. Como hemos comentado la cultura también tiene mucha importancia porque podríamos considerar como patológico o anormal algo que no lo es basándonos en nuestro propio criterio. Es decir, muchas veces juzgamos a las personas teniendo en cuenta nuestra cultura o nuestras creencias y decimos que algo es "raro" teniendo en cuenta lo nuestro. Sin embargo, esto no es correcto porque que sea algo que nosotros no hagamos no significa que sea anormal.