Los trastornos alimentarios tienen una gran relevancia debido a su prevalencia y consecuencias negativas, entre las que se puede encontrar la muerte.
 

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Un estudio realizado por Stice et al. (2009) puso de manifiesto que en una muestra de 496 chicas el 5.2% cumplía criterios para la anorexia, bulimia o trastorno por atracón. En cuanto a la prevalencia en población adolescente en España (Adeslas, 2012), esta se encuentra entre el 4.1 y el 4.5%. En el caso de la anorexia, es de 0.3%, la bulimia de 0.8% y el trastorno alimentario no especificado de 3.1%. Aun así, si se tienen en cuenta todas las formas de trastorno alimentario, incluyendo las formas más leves, la prevalencia es de entre el 11 y el 16%. De todos ellos solo entre el 5 y el 10% son hombres. En a cuanto la edad de inicio en el caso de la anorexia nerviosa suele ser entre los 13 y los 18 años y en la bulimia entre los 18 y los 25.  

Como se puede apreciar existen diversos tipos de trastornos alimentarios, según el último manual diagnóstico de la asociación americana de psiquiatría, los más comunes son los siguientes:

Anorexia Nerviosa

Quizás sea el más conocido. Se trata de la restricción de la ingesta energética en relación con las necesidades de cada uno. Es decir, comer menos de lo que el cuerpo necesita para sobrevivir. Además, está asociada al miedo a ganar peso y existe cierta alteración en la forma en la que cada persona ve su cuerpo. Puede ser de diversos tipos:
  • Restrictiva. Cuando no existen episodios de atracones.
  • Con atracones y purgas. Existen atracones y purgas en forma de vómito, laxantes, diuréticos, etc.

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Si quieres saber más sobre Anorexia Nerviosa, puedes leer nuestro artículo sobre ella. 

Bulimia Nerviosa

También es uno de los trastornos alimentarios más comunes. Se caracteriza por episodios de atracones y comportamientos compensatorios o purgas (por ejemplo, vómito). Los atracones se caracterizan por ingerir más alimentos de los que la mayoría de las personas comerían en un periodo de tiempo similar. Asimismo, en estos atracones se tiene que producir una sensación de pérdida de control sobre lo que se está comiendo.  
 
Si quieres saber más sobre bulimia nerviosa, puedes leer el artículo que le hemos dedicado. 

Anorexia nerviosa purgativa vs bulimia nerviosa

Como habrás podido percibir, ambos trastornos son similares ya que en los dos existen atracones y purgas. Por ello, es necesario saber diferenciarlos debido a que en la práctica clínica se tratan de manera diferente. Quizás, la mayor diferencia es que en la anorexia purgativa los atracones se realizan para paliar el hambre. Sin embargo, después de realizar el atracón realizan una acción compensatoria, la purga, con el objetivo de no ganar peso.  Además, en la anorexia existe un peso significativamente bajo si se compara con personas de la misma edad, sexo, desarrollo y salud.
 
Otros trastornos menos conocidos, pero no menos importantes son:

Trastorno por atracón

Se trata de episodios recurrentes de atracones pero que no están seguidos de purgas o comportamientos compensatorios. Los atracones tienen que estar asociados a: comer mucho más rápidamente de lo normal, comer hasta sentirse desagradablemente lleno, comer grandes cantidades de alimentos cuando no se tiene hambre, comer solo debido a la vergüenza que se siente por la cantidad de alimentos que se comen y sentirse mal con uno mismo por el atracón.
 
Si quieres leer más sobre el trastorno por atracón, te dejamos este artículo en el que hablamos sobre él.

Trastorno de evitación/restricción de alimentos

Se caracteriza por el fracaso persistente para cumplir las necesidades nutritivas y energéticas asociadas a: pérdida de peso significativa, deficiencia nutritiva significativa, dependencia de la alimentación enteral (por tubo directamente al estómago) o de suplementos nutritivos y/o interferencia en el funcionamiento psicosocial.

Anorexia nerviosa vs trastorno de evitación/restricción de alimentos

Aunque aparentemente los síntomas son parecidos, en el caso del trastorno de evitación/restricción de alimentos no se produce la distorsión corporal. Es decir, estas personas se perciben tal y como son.

Pica

Se caracteriza por el consumo de sustancias no nutritivas que resulta inapropiado para el grado de desarrollo de la persona.

Trastorno de rumiación

Se trata de la regurgitación de alimentos que se pueden volver a masticar, tragar o escupir.

 

Consecuencias

Las consecuencias pueden ser diversas y de distinta naturaleza dependiendo del trastorno.
En el caso de los trastornos en los que se produce una pérdida significativa de peso puede ocasionarse: hipotermia, lanugo, estreñimiento, amenorrea, alteraciones del sueño, depresión, distorsiones cognitivas, distorsión de la imagen corporal, aislamiento social, fallos cardíacos, hemorragias digestivas, fracturas e incluso la muerte. Todo lo anterior se puede producir porque cuando existe una falta grave de nutrientes el organismo los extrae de sí mismo.
 
En el caso de los trastornos en los que existen atracones, se produce empeoramiento de la calidad de vida, oscilaciones en el estado de ánimo, problemas digestivos como dilatación del estómago, etc. Además, cuando no existe conducta compensatoria también puede producirse obesidad, hipertensión, colesterol alto, diabetes, etc.
 
En las conductas purgativas, las consecuencias también pueden ser muy graves porque pueden producirse descompensaciones electrolíticas (pérdida de potasio), úlceras, caída de las uñas, ruptura del esófago, problemas dentales, etc.
 
En el artículo "consecuencias de la bulimia" hablamos ampliamente sobre este tema. 

Causas


Las causas pueden ser diversas y de distinto origen. Los factores predisponentes más comunes son:

  • Psicológicos. Baja autoestima, depresión, ansiedad, estrés, etc.
  • Sociales. Relaciones familiares o sociales problemáticas, haber sido el centro de atención por el peso, presiones culturales para obtener el cuerpo perfecto, cánones de belleza poco reales, pensar que la gente con buen aspecto físico es mejor, etc.
Entre los factores más importantes en los trastornos que tienen su inicio en la adolescencia temprana, es imprescindible resaltar las presiones culturales. Vivimos en una sociedad donde pensamos que por ser más delgados somos mejores o vamos a conseguir mejores cosas. Sin embargo, esto no es así.
 

¿Qué podemos hacer? Tratamiento

El tratamiento de este tipo de patologías tiene que tener un enfoque multidisciplinar dado que para un buen tratamiento debería realizarse psicoterapia, un control médico y asesoramiento médico, entre otros.

En cuanto a la psicoterapia, se recomiendan enfoques cognitivo-conductuales orientados a normalizar el peso y el estado nutricional, realizar psicoeducación sobre hábitos de vida saludables, trabajar la distorsión de la imagen corporal, trabajar sentimientos, emociones etc. Por ello, te recomendamos que, si tienes algunas de las dificultades que hemos comentado a lo largo de este escrito, pidas ayuda.

En resumen, los trastornos de alimentación tienen mucha prevalencia sobre todo en mujeres adolescentes. Los trastornos más comunes son la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón, aunque también existen otros como pica, trastorno de rumiación o trastorno de evitación/restricción de alimentos. Sus causas pueden ser diversas siendo los factores predisponentes más comunes los de índole social. Asimismo, las consecuencias de estos trastornos son muy graves pudiendo llegar incluso a la muerte.


Recuerda que para ser bello hay que ser real, no perfecto.

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Referencias

  • American Psychiatric Association (APA). (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5a. ed.). Washington, DC.
  • Adeslas. (2012). Prevención de la Anorexia y Bulimia. Recuperado el 27 de mayo de 2019 de www.prevencion.adeslas.es/es/trastornoalimenticio/masprevencion/Paginas/cifras
  • Stice, E., Martin, C. N., Shaw, H., y Jaconis, M. (2009). An 8-year longitudinal study of the natural history of threshold, subthreshold, and partial eating disorders from a community sample of adolescents. J Abnorm Psychol, 118(3), 587-597.