Últimamente se ha puesto muy de moda que cualquier persona pueda hablar sobre cualquier cosa sin tener ningún tipo de formación. Es más, muchas personas se atreven a hablar sobre psicología y cuestiones relacionadas con ella, sin tener nada de formación o conocimientos. Esto es algo que nos indigna a todos los psicólogos.
Personas hablando sobre neuropsicología, ansiedad, emociones, estrés, etc. sin haber estudiado para poder hablar de ello. Esto puede tener graves consecuencias para las personas que escuchan o reciben esta información, porque no siempre es cierto lo que los interlocutores transmiten.
En el artículo de hoy vamos a hablar sobre un fenómeno que podría explicar por qué hay personas que hablan de todo sin saber nada.
¡Comenzamos!
Efecto Dunning-Kruger
Se trata de un sesgo o una distorsión cognitiva. Ocurre cuando una persona sobreestima la capacidad o los conocimientos que tiene sobre algo. Este fenómeno ha sido muy estudiado en psicología social. Hay algunas personas que lo describen como "el fenómeno de cómo los ignorantes se creen los más listos".
Fue descrito por primera vez por los psicólogos David Dunning y Justing Kruger, de ahí su nombre.
¿Qué es el efecto Dunning-Kruger?
Estos psicólogos, a través de diferentes investigaciones, de las que hablaremos más adelante, concluyeron que las personas tenemos tendencia a pensar que somos mejores de lo que realmente somos en algunos aspectos sociales e intelectuales. En otras palabras, sobreestimamos nuestras capacidades y habilidades.
Los autores sugieren que esta sobreestimación ocurre, a grandes rasgos, porque las personas que no tienen habilidades sufren una carga doble: esta gente no solo llega a conclusiones erróneas y toma decisiones malas, sino que, además, su incompetencia también les quita la habilidad metacognitiva para darse cuenta de ello.
Las investigaciones que realizaron les llevaron a ganar diferentes premios entre los que se encuentra el premio IG Nobel de Psicología del año 2000.
Algunas de las conclusiones que sacaron estos autores de sus investigaciones son las siguientes:
- Las personas con pocas capacidades tienen tendencia a pensar que son mejores de lo que realmente son
- Las personas con pocas capacidades no suelen tener la habilidad para reconocer las habilidades de otras personas
- Las personas con pocas capacidades no son capaces de ver que realmente no son tan buenos como se piensan
- Cuando estas personas con pocas capacidades se entrenan para aumentar estas capacidades tienen más facilidades para ver que previamente eran incompetentes
Por ejemplo, en uno de sus estudios vieron que las personas que habían sacado una puntuación baja (en concreto, se situaba en un percentil 12) estimaron que habían sacado una puntuación buena (en el percentil 62).
¿Cómo podemos ver este efecto en la vida diaria?
Muchas veces vemos que personas con formación realizan charlas y ofrecen conferencias sobre determinados temas, mientras que personas sin formación ofrecen soluciones sencillas a esos mismos temas.
La automedicación o el recomendar determinados productos a otras personas, sin tener formación específica para ello, es un claro ejemplo de este efecto. Al fin y al cabo, estas personas, sin tener ni un ápice de conocimiento saben lo que le va a ir bien a una persona ante un determinado problema.
Pongamos un ejemplo con temas de psicología:
Para tratar la ansiedad, como ya vimos en diferentes artículos, los psicólogos recomendamos técnicas como: psicoeducación, relajación, respiración, reestructuración cognitiva, etc. Mientras que personas sin formación en psicología son capaces de decir y difundir que un determinado producto milagroso podría quitarte la ansiedad. En la mayoría de ocasiones basta con mezclar algo con agua para poder conseguir ese supuesto estado de relajación.
El problema viene cuando los receptores del mensaje intentan probar ese producto milagroso pensando que les va a funcionar. Claro que, visto así y a priori, puede parecer mucho más fácil tomarse algo milagroso que invertir tiempo en psicoterapia. Esto hace que las personas se queden sin la atención que realmente necesitan y que gasten dinero en productos "milagrosos" que incluso podrían ser malos para la salud.
Vamos a comentar ahora un caso bastante conocido que pone de manifiesto el cómo se produce este efecto: Wheeler, un atracador, decidió atracar bancos sin usar máscaras o cualquier objeto o elemento que le tapase la cara. Entraba en los bancos sin ningún tipo de protección a cara descubierta.
Obviamente lo detuvieron y les explicó a los agentes de la autoridad que no entendía cómo las cámaras de seguridad le habían grabado. Los policías le preguntaron a ver por qué creía que no iba a haber sido grabado y explicó que él se había untado el cuerpo con zumo de limón. Tenía la creencia de que si se cubría el cuerpo de zumo de limón las cámaras no iban a ser capaces de grabar su cara.
Los agentes le preguntaron a ver por qué creía tal cosa y explicó que como la tinta invisible se hacía con zumo de limón él creyó que las cámaras no iban a poder filmarlo si se cubría con esta sustancia. Es más, había realizado en casa un ensayo en el que, después de cubrirse con el jugo de limón, se había realizado unas fotos con una cámara. Estas cámaras no habían captado su imagen. Lo que no se había dado cuenta es de que, el zumo al entrar en contacto con los ojos, había hecho que estos se irritasen evitando hacer la foto de forma correcta.
A modo de conclusión podríamos decir que lo que había hecho que no saliese en sus fotos caseras era precisamente el zumo de limón que le había entrado en los ojos. Este había hecho que las fotos no se enfocaran bien desviando la imagen. De ahí el que no saliera en las fotos. No tenía nada que ver con el zumo de limón en la piel, aunque él estaba plenamente convencido de que era así. En parte, por sus pocos conocimientos sobre el tema.
Conclusiones
Si crees que estás sobreestimando tus capacidades y habilidades mi consejo es que te formes debidamente en aquello que te interesa. Debemos tener en cuenta que no todo el mundo sabe de todo y que para poder hablar sobre algo es necesario saber y conocer ciertos aspectos si no queremos causarle un daño a alguien.
El hablar sobre cosas que desconocemos puede tener graves consecuencias en personas con determinados problemas. No debemos dar nunca falsas esperanzas a la gente ni ofrecer información que no hemos contrastado previamente.
Puedes leer más sobre sesgos cognitivos en el artículo llamado: "¿Qué son los sesgos cognitivos? ¿Cuáles son los más comunes?"
Referencias bibliográficas
Kruger, J., & Dunning, D. (1999). Unskilled and unaware of it: How difficulties in recognizing one’s own incompetence lead to inflated self-assessments. Journal of Personality and Social Psychology, 77(6), 1121–1134. Recuperado de: researchgate.net