Como ya he hecho en otras ocasiones, me gusta compartir con vosotros artículos que me parecen útiles comentando qué se dice en ellos. En este caso vamos a hablar sobre los modelos de intervenciíon psicológica en pacientes con VIH/SIDA.
Para ello, vamos a tomar como referencia el artículo de Tobon y Vinaccia del año 2003.
¡Empezamos!
¿Qué es el SIDA?
El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida) es una enfermedad crónica con 50 millones de enfermos alrededor del mundo, es considerada como una epidemia que no ha sido controlada en ninguna parte del mundo. En este sentido, se estima que el 95% de las personas con esta enfermedad vive en países en vías de desarrollo, siendo las regiones con más prevalencia África subsahariana, sudeste asiático, Norteamérica y Latinoamérica. Es importante tener en cuenta que esta enfermedad suele ser la primera causa de muerte en muchos países.
El sida es caracterizado por la progresiva disminución de linfocitos T-CD4, un subconjunto de células que se encarga de coordinar y regular la respuesta inmune. El sida tiene dos fases, por un lado la asintomática, y por otro lado la sintomática en la que la cantidad de virus en el organismo supera la capacidad del sistema inmune y esto hace que la persona sea más vulnerable a infecciones oportunistas.
¿Es necesaria una intervención psicológica?
En este sentido la intervención psicológica se hace cada vez más necesaria siendo cada vez más las investigaciones que estudian el afrontamiento, los estados emocionales, el estrés, etc. que influyen en el curso del sida. Además, la ansiedad, la depresión, los problemas de sueño, el uso excesivo de sedantes, la baja autoestima, la hipocondría, la ira, los síntomas obsesivos-compulsivos, y los problemas neuropsiquiátricos son alteraciones de la calidad de vida que se asocian a esta enfermedad.
Por todo ello, los autores del artículo pretenden ofrecer un marco general actualizado de la intervención del psicólogo en el VIH/sida. Se propone un modelo en el que se asume la intervención psicológica antes de que ocurra la infección, antes y después del diagnóstico, en la fase de evaluación psicosocial integral, en el periodo asintomático, en la fase sintomática, en la etapa de preparación a la muerte y en la fase de elaboración del duelo.
¿En qué etapas debería hacerse una intervención psicológica?
A continuación se detallan los objetivos que se deberían llevar realizar en cada etapa y las herramientas para llevarlos a cabo.
Antes de que ocurra la infección
Consiste en el estudio del estado de salud de la población a partir de la investigación sobre la incidencia y la prevalencia de las enfermedades y sus factores de riesgo. En el caso del VIH la prevalencia cambia constantemente por lo que es necesario realizar estudios continuamente.
Después de los estudios epidemiológicos se realiza la prevención de la infección que tiene como objetivo que las personas desarrollen conductas saludables con el fin de minimizar los riesgos de infección. En este sentido, el psicólogo debería informar a la comunidad sobre el sida, fomentar el desarrollo de conductas saludables y mantenerlas en el tiempo, y fomentar la formación personal en cuanto al desarrollo de la asertividad, la autoestima y el afrontamiento de situaciones de riesgo.
Preparación para la evaluación del VIH
Los objetivos en esta etapa deben ser: escuchar al paciente; darle información suficiente sobre la prueba, los resultados, la significación de los resultados, la enfermedad y las conductas preventivas; proporcionarle estrategias de afrontamiento con relación al examen ante una posible seropositividad.
Comunicación de resultados de seropositividad
Los objetivos en esta fase deben ser: comunicar los resultados de forma clara, precisa y asertiva; escuchar al paciente de manera activa y permitirle que se desahogue; asesorar en estrategias de afrontamiento; suministrar información sobre el periodo asintomático, sintomático y la necesidad de prevenir reinfecciones; romper el mito de que sida significa morir; informar sobre el plan de tratamiento, revisiones médicas y posible contagio a otros; motivar la adherencia al tratamiento médico; promover la comunicación de seropositividad a la pareja y la forma de hacerlo; asesorar en la eliminación del hábito de fumar, la rehabilitación en cuanto al consumo de drogas e intercambio de jeringas, y motivar para que se practique actividad física.
Evaluación psicológica integral
Los objetivos en este punto son: promover un mejor conocimiento en la persona infectada de sus fortalezas y debilidades, estrategias de afrontamiento, recursos personales y rasgos de personalidad; establecer pautas para orientar el diseño de un programa de intervención para la fase asintomática; y determinar el tipo e intensidad de la intervención psicológica a recibir de acuerdo a la evolución de la infección. Todo ello se realizará mediante la anamnesis, historia clínica, evaluación procesual de afrontamiento del estrés, y evaluación neuropsicológica.
Tratamiento psicosocial en el paciente infectado asintomático
Los objetivos en esta etapa son: promover una vida normal, fomentar comportamientos y estrategias de afrontamiento saludables, controlar alteraciones emocionales, y reconocer, afrontar y aceptar sentimientos de culpa. Para ello se utilizará la reestructuración cognitiva, entrenamiento en relajación, entrenamiento de técnicas de autocontrol emocional, entrenamiento en habilidades sociales, terapia sexual y de pareja, entrenamiento en resolución de problemas y planificación de actividades
Tratamiento psicosocial en el paciente infectado sintomático
Los objetivos son: aprender a ocultar los síntomas, aprender a manejar emociones negativas asociadas a los síntomas físicos, instrumentar y reforzar estrategias de afrontamiento del estrés, y reforzar la consultas de salud. Todo ello mediante entrenamiento en habilidades de ocultación de síntomas, entrenamiento en relajación relacionada con el manejo de los síntomas físicos entrenamiento en resolución de problemas relacionados con la emergencia de síntomas, planificación de actividades de la vida cotidiana.
Preparación para la muerte
En este punto los objetivos son: controlar posibles alteraciones emocionales, facilitar el proceso de despedida al paciente y allegados, y proporcionar apoyo emocional. Mediante entrenamiento en técnicas de autocontrol emocional, meditación, escucha, empatía, acompañamiento, reestructuración cognitiva, e intervención espiritual.
Elaboración del duelo
El objetivo es ayudar a la elaboración del duelo en la pareja o en la familia por la pérdida del ser querido, mediante la escucha, empatía, acompañamiento, y la reestructuración cognitiva.
Conclusiones
En cuanto a mi visión personal, considero que este artículo es de gran utilidad. Esto es así debido a que presenta un modelo de intervención que no solo acoge a los pacientes con este síndrome, sino que abarca a toda la sociedad. Me parece algo que es bastante importante, ya que opino que si la gente tuviese la información suficiente acerca de qué es, cómo se transmite, cuáles son los factores de riesgo, etc. se producirían menos contagios. Contribuyendo esto a disminuir la prevalencia mundial de esta enfermedad
En este síndrome es indiscutible la labor del psicólogo durante las diferentes fases, ya que puede contribuir positivamente a la calidad de vida del paciente.