La psicología online es hoy en un día una modalidad bastante extendida entre los psicólogos, la cual ha tenido, a su vez, una gran aceptación por parte de las personas que buscan terapia psicológica. Sin duda, las nuevas tecnologías posibilitan y abren nuevos horizontes en infinidad de prácticas profesionales.
Pero como todo lo nuevo, tiene unos requerimientos, un “mundillo” al que adecuarse. Muchos psicólogos que se planteen la posibilidad de ejercer online, sin duda se preguntarán ¿que necesito para hacerlo?
Vamos a hacer un repaso sobre aquellos aspectos necesarios, o por lo menos muy beneficiosos, para convertirse en psicólogo online. Nos centraremos en los aspectos puramente propios de esta práctica, es decir, no hablaremos de requisitos legales ni titulación, algo que cualquier psicólogo ya conoce a la perfección.
Definir la tipología de consultas.
Lo primero es pensar que tipo de servicios telemáticos queremos ofrecer. Las opciones clásicas son consulta por E-Mail, chat, telefónica y las mas extendida, la videoconferencia. A continuación, tocaría valorar el precio de dichas sesiones según la modalidad. Si atendemos a las tarifas que habitualmente se aplican en psicología online, los precios van de menor a mayor: E-Mail, chat, teléfono y videoconferencia.
Página web o Blog personal.
Ejercer telemáticamente es casi sinónimo de ejercer en internet, y para hacerlo de forma regular se requiere tener presencia en la red. La forma más seria y profesional es tener una página o un blog propios. Esto sirve de escaparate para darse a conocer, proporcionar toda la información necesaria, compartir conocimientos mediante artículos relativos a la psicología, en definitiva, para que quien está al otro lado de la pantalla sepa quién hay detrás.
Actualmente, tener una web es fácil, pero que esta sea de calidad, ya es "harina de otro costal". Por que una web que no salga en los buscadores, es prácticamente como no tener nada. Factores como el servidor, el dominio, la configuración, estructura del contenido, formatos, el SEO (optimización para buscadores), etc, requieren de conocimientos que normalmente exceden al psicólogo.
Recuerda que tu web es tu marca digital, es tu tarjeta de presentación, todos los aspectos técnicos deben estar cuidados al detalle, los contenidos deben ser de interés y agregados con regularidad o sino los buscadores te irán relegando en sus resultados. Puedes ser un o una gran profesional, pero si tu web no es de calidad, no generarás la confianza necesaria.
Parece que crear y mantener una página web, no parece tan sencillo, pero tampoco es difícil. Hoy en día en internet hay manuales y herramientas que facilitan esta labor, pero aun así, lo mas recomendable es ponerlo en manos de alguien experto o usar servicios de sistemas de gestión de contenidos (CMS) como wordpress u otra plataforma específica que gestione todo lo mencionado, de forma que el psicólogo pueda enfocar su tiempo en la creación de contenidos (artículos, etc) y sobre todo al desarrollo de su actividad profesional.
Redes sociales.
Ya tenemos nuestro blog y nos empiezan a visitar personas interesadas, nos estamos dando a conocer. Pero, y si... ¿le damos un empujón? Las redes sociales son el elemento ideal para ello, con millones de usuarios habitándolas, parece lógico que nos creemos nuestro perfil en las más importantes: Facebook, Twitter, Linkedin, Google Plus, Instagram… lo mínimo a realizar, es publicar en cada red social los artículos que publiques en tu blog, de ahí en adelante, es todo un campo a descubrir.
Hay empresas y profesionales del marketing digital, que gestionan la visibilidad y marca online, creando estrategias de marketing cuyo beneficio a medio plazo es notorio. Sin embargo, el coste de dicho servicio hace que sea una opción a valorar más adelante, pero no en las primeras etapas de consolidación de un psicólogo online.
Herramientas para la comunicación.
Móviles y tabletas pueden servir para realizar terapia online, pero sin duda, por prestaciones y comodidad, es necesario tener un ordenador personal, ya sea de escritorio o portátil.
En caso de videoconferencias o voz por internet, no hay que descuidar dos elementos fundamentales: la cámara web y el micrófono.
Una cámara buena se traduce en una imagen buena. El paciente al otro lado de la videoconferencia, espera ver una persona, no un montón de pixeles. Entre sus expectativas también está la de escucharte con nitidez. El micrófono que traen algunas webcams o el que viene incorporado en el portátil, son funcionales, pero por nuestra experiencia, os recomendamos comprar un micrófono de gama media, algo en condiciones. Es una pequeña inversión, entre 30 y 50 euros, pero marcará la diferencia.
La terapia online, excepto que sea por teléfono, que todo el mundo lo conoce y lo tiene, requiere de programas específicos, ya sean de chat o de videoconferencia.
En el caso de chat, hay infinidad de opciones y lo más conveniente es preguntar al paciente que tipo de programa de chat emplea o conoce. Las opciones más conocidas son: Skype, Google Hangout, Msn Messenger, Yahoo Messenger y últimamente Telegram y WhatsApp, pero no desde el móvil, lógicamente, sino usando sus versiones de escritorio, Telegram Desktop y WhatsApp Web.
En videconferencia, el programa que se lleva la palma es Skype, que permite chat, videoconferencia uno a uno y grupal (hasta 10 personas), llamadas de solo voz, llamadas a teléfonos normales, compartir el escritorio y enviar documentos. Skype desde principios de 2018 está incorporando cifrado extremo a extremo, para mantener conversaciones privadas, aunque de momento no está disponible ni en todas las versiones ni en todas las plataformas.
Por lo general, un psicólogo online desconoce este aspecto técnico, pero debido a la ley de protección de datos LOPD y tratándose de temática relacionada con la salud, por tanto con el máximo nivel de protección, es necesario emplear dicho cifrado para adecuarse completamente a la LOPD.
Si nos queremos poner exigentes al respecto, existen muchas aplicaciones de videoconferencia que respetan escrupulosamente este aspecto, aunque por desgracia no son populares. Por mencionar alguna, destacamos Jitsi y Signal.
Por último, pero no menos importante, el correo electrónico. Su uso es obligado, para sesiones en esta modalidad, consultas rápidas, dudas, etc.
Compartiendo documentación.
La terapia incluye o puede incluir documentación de todo tipo, desde textos, libros, ejercicios, presentaciones, videos, audios, informes, etc.
Enviar o compartir esta documentación se hará algo habitual, por ello es mejor emplear aplicaciones creadas ex profeso. Existen servicios para almacenar y compartir documentos, los más conocidos son Dropbox, Google Drive y NextCloud (si quieres instalar el servicio en tu propio servidor/hosting). Todos ellos se sincronizan con los archivos de tu disco duro para que en la nube siempre esté la última versión.
Si has subido vídeos a YouTube o Vimeo, compartirlos es tan sencillo como enviar la url del mismo. Es recomendable crearse un canal propio en estas plataformas si vas a tener vídeos donde salgas hablando en persona, algo para lo cual es 100% necesario el micrófono de calidad que mencionábamos atrás, pues eliminará ruidos de fondo.
Durante la terapia es posible que necesites enviar tests al paciente. Copiar las preguntas del test en un documento Word o escanearlas, son soluciones farragosas que hacen imperativo disponer de un sistema informatizado de gestión de tests que permita crear, mantener, enviar, responder y recibir los resultados en un mismo sitio.
Agenda y organización de citas.
Incluso en psicología online, no es infrecuente que psicólogo y paciente concreten la fecha de la sesión, pero sin duda no solo no es la mejor opción, sino que resulta poco funcional.
De cara a la usabilidad y organización, es conveniente tener una agenda o calendario de citas que se actualice y muestre en vivo. Esto evitará que dos personas reserven la misma hora para realizar terapia.
Sistema de pagos.
La terapia online incorpora nuevos métodos de pago.
Hay varias apps y plataformas que facilitan la realización de pagos, la más conocida es PayPal. También se puede usar transferencia bancaria, y si tu web permite reservar sesiones, lo apropiado es que también permita pagar la reserva.
Para tal fin se debe implementar una pasarela de pagos, algo que requerirá de conocimientos técnicos en programación. La pasarela permite aceptar pagos con tarjeta de débito/crédito, recomendamos Stripe por su versatilidad y bajas comisiones.
Plataforma para psicólogos online.
Existen diversas aplicaciones de móvil y páginas web orientadas al psicólogo, la cuales cubren uno u otro de los aspectos descritos en este artículo, pero no todos y muchos menos integrándolos entre si.
Por este motivo, y dada la variedad de áreas que abarca la práctica online, muchas de las cuales necesitan conocimientos técnicos elevados o ayuda de terceros, en Psiquion hemos creado una plataforma de psicología online, orientada a la gestión de la práctica profesional del psicólogo, tanto tradicional como en línea.
La plataforma provee muchos de los requerimientos mencionados, tanto para el psicólogo como para el paciente:
- Consulta online.
- Configuración de servicios, tarifas y promociones.
- Calendario de citas.
- Control de sesiones.
- Historia clínica.
- Sistema de pagos con pasarela.
- Mensajería interna psicólogo-paciente.
- Espacio de almacenaje de documentos,
- Gestor documental.
- Compartir documentos con pacientes.
- Gestor de test.
- Ficha pública del psicólogo en el directorio.
- Blog comunitario.
- Seguridad y privacidad.
- Más herramientas...
Tener cubiertos tantos aspectos necesarios en la práctica online, perfectamente integrados y en un único sitio accesible en internet desde cualquier lugar y dispositivo, es la solución idónea para cualquier psicólogo que quiera embarcarse en esta modalidad, pero también para quienes quieran gestionar y optimizar la práctica tradicional.