¿Qué piensas de la mujer que se muestra en la siguiente foto?

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Si piensas que es una mujer guapa y que, por lo tanto, es una mujer exitosa estás siendo víctima de un sesgo cognitivo llamado "efecto halo". 

Como ya comentamos en la entrada llamada: "¿Qué son los sesgos cognitivos? ¿Cuáles son los más comunes?", los sesgos cognitivos son algo que se ha estudiado de manera muy amplia en psicología social. Esto es así porque nos ayudan a determinar por qué una persona puede interpretar de manera errónea la realidad en un determinado momento. Los sesgos o distorsiones cognitivas son precisamente eso, los errores o fallos más comunes que realizamos cuando queremos interpretar la realidad. Es muy importante conocerlos porque influyen en cómo actuamos o en las decisiones que tomamos.

El sesgo de efecto halo es uno de los que más solemos realizar y que, como explicaremos a continuación, nos hace tratar a las personas de una determinada manera guiándonos únicamente por su aspecto físico. 

¿Qué es el efecto halo? ¿Por qué ocurre?

Como hemos comentado es un sesgo cognitivo que pone de manifiesto la influencia que tiene el aspecto físico de una persona a la hora de atribuirle características positivas o negativas. En otras palabras, ocurre cuando intentamos juzgar a una persona basándonos únicamente en su aspecto físico. 

Como ocurre con la foto que te hemos mostrado, la belleza de una persona hace que determinemos que es una persona con características positivas. Probablemente pensemos que es una mujer de éxito, con una gran familia, con un buen círculo social, etc.

Sin embargo, si vemos una foto de una persona poco atractiva este efecto dice que tendremos más probabilidades de pensar que es un fracasado, que tiene pocos amigos o que no tiene una vida satisfactoria. 

En otras palabras podría decirse que es un prejuicio cognitivo generalizado y pone de manifiesto que, casi siempre, las evaluaciones que hacemos son totalmente subjetivas.

Según diferentes psicólogos como Dennis (2007) o Myers (2008) esto ocurre porque los seres humanos tenemos tendencia a asociar lo bonito con lo bueno. En otras palabras, asociamos con personas bellas o guapas los atributos más positivos mientras que las personas feas o poco atractivas son asociadas a las características más negativas.

También es importante destacar que Nisbett y Wilson en el año 1977 intentaron explicar por qué ocurre. Explicaron que al tener una primera impresión positiva, la evaluación global posterior será también buena, y si esta es negativa, la consiguiente evaluación también lo será. Esto hace que nos demos cuenta de la importancia del efecto de primacía. Es decir, cómo una primera imagen de alguien determinará cómo vemos a la persona.

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¿Cuál es la historia del efecto halo?

Este fenómeno fue descrito por Edward Lee Thorndike en el año 1920. Aun así, hasta el momento otros investigadores y psicólogos ya habían intentado estudiarlo. Después de describirlo realizó diferentes investigaciones para tratar de demostrarlo.  Además, otros investigadores como, por ejemplo, el psicólogo Solomon Asch también defendieron la existencia de este efecto.

¿Qué consecuencias puede tener el efecto halo?

Ahora bien, también es importante describir cuáles han sido los resultados y conclusiones de las investigaciones realizadas por psicólogos sobre el efecto halo. Recogeremos por puntos las más importantes:

  • Se ha comprobado que las primeras impresiones sobre una persona influyen en numerosas situaciones de la vida cotidiana como, por ejemplo, en una entrevista de trabajo, al buscar pareja o al relacionarte en sociedad. Programas de televisión como "La Voz" pretenden minimizar este efecto. Para ello, en vez de ver directamente a los concursantes cantar, se esconden detrás de una silla que está dada la vuelta para que la primera información que reciben de los participantes sea la voz y no su imagen. 
  • Un ejemplo es el fenómeno de emparejamiento, por el cual la gente tiende a relacionarse con personas que se encuentran a su mismo nivel de atractivo.
  • Es importante destacar que no solo ocurre en adultos, jóvenes o adolescentes. También ocurre en niños e incluso en los bebés. Es más, hay investigaciones que concluyen que los bebés prefieren relacionarse con personas atractivas. Aunque la verdad es que esto es entendible y fácilmente explicable porque ya desde pequeños se les enseña a los niños que lo bonito se asocia con cosas positivas. Un ejemplo de ello son las películas infantiles. En las películas de Disney no hay ninguna princesa o príncipe que puedan ser catalogados como poco atractivos.
  • No existen diferencias de género. Tanto hombres como mujeres nos fijamos en el atractivo para hacer una valoración general de la persona y atribuirle unos rasgos u otros. 
  • Lo que consideramos atractivo puede variar. Las pautas para saber lo que se ha de considerar bello o atractivo varían con el tiempo. En cada época y en cada cultura, son diferentes aspectos los que son valorados como atractivos o no. Por ejemplo, en la antigüedad era bello tener sobre peso y hoy en día está peor visto.

Conclusiones

El efecto halo puede considerarse como una inclinación a simplificar el aspecto general de una persona determinada basándose en sus características físicas, y de esa forma, atribuirle una personalidad a partir de un aspecto concreto.  En otras palabras, si se atribuyen sentimientos positivos a una persona teniendo en cuenta una única faceta, automáticamente se tenderá a generalizar dicha impresión positiva a sus demás facetas.

Es importante tener en cuenta que es un sesgo y que podría hacer daño a las personas. Al fin y al cabo no podemos juzgar a una persona por su aspecto físico. Esto juega un papel muy importante con las personas que son de otras razas. Por ejemplo, podemos llegar a determinar que una piel oscura no es bella y asociarla automáticamente con rasgos negativos. 

Este efecto explica, a grandes rasgos, por qué tenemos prejuicios y por qué juzgamos a las personas sin conocerlas. Es importante tenerlo en cuenta para intentar no realizarlo.

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Referencias bibliográficas