Antes de nada, me gustaría mencionar que este artículo no pretende ser polémico y que cada persona puede tener los ideales que quiera y puede comer de la manera que considere siempre y cuando esté sana. Sin embargo, muchas veces estos modos de vida se llevan al extremo pudiendo incluso derivar en trastornos de la alimentación (TCA).
En el artículo de hoy vamos a hablar precisamente de eso. De que comer sano y hacer deporte está bien, pero sin llevarlo al extremo.
¡Empezamos!
¿Qué es el real fooding y la vida healthy?
Por un lado, el real fooding es un movimiento o moda que ha nacido hace poco y que tiene como objetivo comer alimentos saludables y que no estén ultraprocesados. Para ello se promueve la ingesta de alimentos frescos y saludables.
Por otro lado, la vida healthy es otra moda o movimiento que consiste en tener hábitos saludables en cuanto a alimentación, deporte, etc. Algunos de los consejos que se proponen es dejar de lado los azúcares o las grasas saturadas.
Además de estos dos, también hay otros movimientos que promueven una vida sana.
¿Qué ocurre cuando se llevan al extremo?
Ahora bien, es importante tener en cuenta qué ocurre cuando se lleva esto al extremo. Entre otras cosas, pueden aparecer trastornos de alimentación y/o ansiedad.
Es más, hay un trastorno de la alimentación llamado ortorexia (del que ya hablamos en el artículo llamado: Trastornos de la Alimentación menos comunes) que se produce cuando solo comemos comida sana. Esto hace que se produzcan déficits nutricionales porque se suprimen de la dieta alimentos considerados por la persona como "no sanos" como, por ejemplo: azúcares, grasas saturadas, etc.
Lo anterior hace que la persona pase una gran parte del día pensando en la alimentación, contando calorías, leyendo los ingredientes, etc. y todo ello reduce la calidad de vida de las personas que lo sufren.
¿Cómo puedo saber si lo he llevado al extremo?
Es importante tener en cuenta cuáles son los criterios que nos harían diferenciar una persona que sigue estos movimientos de manera sana de los que no. Desde el punto de vista psicológico, deberías tener en cuenta lo siguiente:
- Las personas sanas que siguen estos estilos de vida pueden saltarse la dieta en el caso de ser necesario. En otras palabras, salen a cenar con amigos, etc. sin problema. Las personas que lo llevan al extremo evitan salir a cenar o comer por miedo a que no existan alimentos adecuados a sus necesidades.
- Las personas que lo llevan al extremo pasan gran parte del día programando los alimentos que van a ingerir. Este tiempo interfiere significativamente en el transcurso de otras actividades. En otras palabras, dejan actividades de lado para planificar sus comidas.
- Las personas sanas, en el caso de ser necesario, toman alimentos que excluyen de la dieta. Por ejemplo, si van a comer a casa de alguien y esta persona no tiene los alimentos deseados, son capaces de comer cualquier cosa. Sin embargo, las personas que lo llevan al extremo no comerían nada.
- La calidad de vida de las personas que lo llevan al extremo disminuye por el estilo de alimentación. Por ejemplo, si lo llevas al extremo te sientes culpable si hay algún día que no cumples con todas las normas alimentarias que te has establecido.
- Las personas que lo llevan al extremo también tienen tendencia a compensar. En otras palabras, si te sientes mal porque has consumido un alimento prohibido e intentas realizar más deporte o suprimir alguna comida como manera de compensar lo realizado y no sentirte tan culpable.
- No disfrutan de la comida, la comida no les da placer.
- Las personas que lo llevan al extremo han renunciado a comer aquellos alimentos que les gustaban antes.
En otras palabras, las personas que lo llevan al extremo pueden sufrir aislamiento social, problemas psicológicos y déficits nutricionales como consecuencia de llevar la dieta y el estilo de vida saludable al extremo.
¿Qué hace que nos podamos llevar el estilo de vida saludable al extremo?
Es importante tener en cuenta que existen una serie de factores predisponentes que, como su propio nombre indica, nos pueden predisponer a sufrir un trastorno alimentario. Los más comunes son:
- Eres una persona controladora y estricta
- Tienes una buena posición socioeconómica. Estos estilos de vida saludable, en muchos casos, requiere que se compren alimentos que tienen un precio elevado.
- Has sufrido en el pasado otros trastornos de la alimentación como, por ejemplo: anorexia nerviosa.
- Realizas deporte de forma compulsiva.
- Tu aspecto físico te preocupa en exceso y pasas gran parte del día pensando en él.
Además, de los criterios anteriores, también hay diferentes cuestionarios como, por ejemplo, el que podemos leer en el artículo de Aranceta (2007). Las preguntas de este cuestionario sobre ortorexia tienen en cuenta lo siguiente:
- Tiempo. Si la persona pasa más de 3 horas al día pensando en la comida.
- Antelación. Si se planean con varios días de antelación, o no, las comidas. Esto hay que entenderlo como una manera compulsiva de hacerlo y sentimientos de culpabilidad en el caso de que no se haga.
- Valor nutritivo. Si pensamos que el valor nutritivo de los alimentos es más importante que el placer que nos puede generar. En este caso le daríamos más importancia siempre al valor nutritivo sin permitirnos ningún "capricho".
- Calidad de vida. Si nuestra calidad de vida ha aumentado a medida que aumentaba la dieta.
- Control. Si nos hemos vuelto más estrictos que antes.
- Autoestima. Si la autoestima ha aumentado desde que ha cambiado la forma de comer.
- Renuncia. Si se ha renunciado por completo a comer alimentos que gustaban por comer aquellos que eran más sanos.
- Distancia social. Si te has distanciado o no de tus amigos a medida que aumentaba la forma de ir comiendo sano.
- Culpabilidad. Si te sientes o no culpable cuando te saltas la dieta.
- Paz. Si sientes paz cuando comes de forma sana y cuando todo está bajo control.
En el caso de que hayas contestado a 4 o 5 preguntas de manera afirmativa, podría ser que tuvieras un problema. En este caso te recomiendo que te pongas en manos de un profesional de la salud mental para que valore tu caso.
¿Cuáles son las consecuencias de llevarlo al extremo?
Como hemos ido comentando durante el artículo, llevarlo al extremo puede tener diversas consecuencias para la persona. Es más, puede acarrear problemas de distinta naturaleza. Los más frecuentes son:
- Psicológicos. Los trastornos de la alimentación, la ansiedad, la depresión y los problemas de autoestima son los más frecuentes.
- Físicos. Pueden aparecer déficits nutricionales y problemas asociados a ello.
- Sociales. Estas personas tienden a aislarse con el objetivo, en la mayoría de las ocasiones, de no tener que salir a comer o cenar con su círculo social.
Asimismo, también pueden aparecer problemas laborales, académicos, familiares, etc.
Conclusiones
Comer sano está muy bien y es recomendable, pero hay que tener cuidado porque si se lleva al extremo puede llegar a convertirse en un trastorno de la alimentación. Como hemos comentado otras veces es importante encontrar un equilibrio en la vida.
Al ser términos novedosos todavía no existe mucha información sobre ellos. Aun así, en España diferentes estudios establecen que la prevalencia podría situarse entre el 0.5-1% de la población (Aranceta, 2007). Algo que, sin lugar a duda, merece que le prestemos atención.
Referencias bibliográficas
- Aranceta , Javier. (2007). Ortorexia o la obsesión por la dieta saludable. Archivos Latinoamericanos de Nutrición, 57(4), 313-315. Recuperado de scielo.org