Como ya hablamos en otras entradas como, por ejemplo, Trastorno Generalizado de Ansiedad (TAG) o Ansiedad y ataques de pánico, cuando nos sentimos ansiosos es importante de disponer de alguna técnica que nos permita rebajar estos niveles de ansiedad.
En la entrada de hoy vamos a hablar sobre algunas de las más utilizadas.
Relajación Progresiva de Jacobson
Es la más utilizada en terapia de conducta y en general, por casi todos los psicólogos. Se basa en la premisa de que las respuestas del organismo a la ansiedad provocan pensamientos y conductas que a su vez producen tensión muscular en la persona. Por ello, lo que busca es rebajar estos niveles de tensión muscular.
Para practicarla se debe buscar un lugar cómodo y agradable, llevar ropa cómoda que nos permita movernos, evitar que otras personas nos interrumpan, etc.
Se puede hacer tanto sentado, tumbado como con el cuerpo reclinado un poco hacia delante. Aun así, yo recomiendo hacerla o sentado o tumbado ya que son posiciones más naturales.
A continuación, os dejo un vídeo de cómo realizarla.
En cuanto al procedimiento, como podemos escuchar y ver en el vídeo consiste en tensar y relajar diferentes grupos de músculos del cuerpo.
En referencia al número de sesiones que hacen falta para dominar la técnica, varía. Lo más común son 4-6 sesiones de 15-30 minutos. Además, es recomendable que entre sesiones se practique todos los días al menos dos veces al día (mañana y noche).
Otro aspecto a destacar es que es recomendable que se realice un registro de las veces que se practica y las sensaciones o emociones que se tiene cada vez que se pratica.
Aunque tiene buenos resultados, debemos tener en cuenta que tiene un elevado coste de tiempo y esfuerzo ya que para dominarla hace falta tiempo y esfuerzo.
Imaginación de escenas relajantes
Es otra de las más usadas. En esta, la persona debe asociar la relajación a una imagen que para ella sea relajante. Por ejemplo, asociar una playa con la calma y la relajación.
Técnicas de respiración
Además, de las dos técnicas anteriores, también se suelen utilizar técnicas de respiración. Con ellas conseguiremos que el cuerpo tenga la cantidad de óxigeno necesaria para funcionar de manera correcta.
La finalidad de estas técnicas es conseguir controlar de manera voluntaria la respiración. Existen diferentes tipos de respiraciones: abdominal, espiración, etc. Todas ellas buscan que una vez que se han adquirido las habilidades en un entorno controlado, se pueda generalizar y utilizar estas técnicas de respiración en situaciones del día a día.
En el caso de que tengas alguna duda o que no consigas relajarte, puedes ponerte en contacto conmigo a través de comentarios o a través del formulario de contacto que encontrarás en mi ficha como profesional.