Tal y como hemos hablado, los trastornos de ansiedad son muy comunes en nuestra sociedad. Además, la situación provocada por la pandemia ha hecho que los síntomas de ansiedad de muchas personas hayan empeorado o, en algunos casos, se hayan desarrollado nuevos síntomas. El ejercicio físico ha demostrado tener efectos beneficiosos tanto en la salud física como en la salud mental. Por ello, en las siguientes líneas te vamos a explicar los beneficios del deporte en la ansiedad.
¿Qué es la ansiedad?
En otras entradas hemos visto trastornos relacionados con la ansiedad como el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), ansiedad y ataques de pánico, etc.
Cuando sufrimos ansiedad se genera una reacción de activación psicofisiológica de gran intensidad del sistema nervioso central y del organismo. Es importante recordar que la ansiedad puede ser una reacción normal ante algún suceso estresante y que no siempre va a generar un trastorno. Sin embargo, si la ansiedad domina una gran parte de nuestra vida, habría un problema.
Síntomas de la ansiedad
Como hemos visto, la ansiedad va acompañada por distintos tipos de síntomas. A continuación, te explicamos los principales:
- Incremento del ritmo cardíaco
- Agitación y nerviosismo
- Hiperventilación o, lo que es lo mismo, respiración acelerada
- Dificultades para concentrarse, sobre todo para centrarse en otra cosa que no sea la preocupación
- Aumento de la sudoración
- Problemas gastrointestinales
- Tendencia a eludir situaciones que causan ansiedad
- Dificultades para conciliar y mantener el sueño
- Cansancio
- Problemas para controlar las preocupaciones
¿Cómo combatir la ansiedad?
Ya hemos tratado algunas formas de hacerle frente a la ansiedad, como las técnicas de relajación. Además, el deporte también puede ser útil para tratar estos síntomas. Por este motivo, te vamos a contar qué beneficios tiene el deporte en los síntomas mencionados.
¿Qué es el deporte?
Para explicarte mejor qué es el deporte, vamos a ir a la definición de la Real Academia Española, que lo define como “actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas” y añade “recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre”. Como podrás comprobar, en la misma definición se incluyen palabras como placer o diversión, destacando así los aspectos positivos de esta técnica.
El ejercicio físico ha demostrado ser beneficioso no solo para las afecciones médicas como la hipertensión, obesidad, enfermedades cardiovasculares, etc., sino también para contribuir a una mejor salud mental. De igual manera, gracias al deporte podemos trabajar la resistencia, tener una mejor resistencia ósea, aumentar nuestra motivación y, en definitiva, mantenernos en forma.
¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando hacemos deporte?
Como ya hemos visto, en la ansiedad están implicados distintos neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. Cuando practicamos deporte nuestro cerebro segrega unas sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Entre los neurotransmisores implicados, destacan las endorfinas, la serotonina, la dopamina y la acetilcolina. Las endorfinas, o moléculas de la felicidad, contribuyen a disminuir los niveles de ansiedad. La serotonina ayuda a regular el estado de ánimo y la dopamina se encarga de regular la motivación. De la misma manera, la dopamina contribuye a varias funciones cerebrales como la atención o la memoria. La acetilcolina ayuda a prevenir el daño neurológico.
¿Qué beneficios tiene el deporte en la ansiedad?
A parte de generar neurotransmisores, no nos podemos olvidar de que cuando practicamos ejercicio físico ponemos nuestra atención en la tarea y, como consecuencia, en muchas ocasiones nos ayuda a distraernos y dejar de pensar en nuestras preocupaciones. Es más, en bastantes ocasiones el deporte puede contribuir a gestionar mejor las emociones negativas como la ira, ya que nos puede ayudar a desahogarnos. Además, cuando hacemos deporte nos sentimos mejor con nosotros mismos, estamos más motivados y con una mayor sensación de autoeficacia.
Como el ejercicio físico nos ayuda a estar en forma, también puede tener un efecto positivo en nuestra autoestima. Si realizamos deporte, al terminar el día estamos más cansados y, como consecuencia, podremos tener una mejor calidad del sueño. No obstante, es importante destacar que no es recomendable practicar ejercicio físico justo antes de irse a dormir, ya que podría tener el efecto contrario y aumentar la activación corporal. Por último, en caso de practicar deporte en grupo, en un gimnasio, o entorno social, podemos estar contribuyendo a una mejora de nuestras relaciones sociales, ya que podemos hacer nuevas amistades en el entorno del deporte.
Asimismo, si practicamos deporte al aire libre, podremos disfrutar de entrenar a la luz del sol (aumenta niveles de vitamina D) respirar aire fresco (mayor oxigenación) y disminuir la sensación de fatiga.
¿Qué tipos de deporte se recomiendan para el manejo de la ansiedad?
En los últimos años han ido ganando fama deportes como el tai chi, yoga o pilates. Los dos primeros incluyen varios elementos de meditación y de la relación mente-cuerpo. El pilates, al ser una actividad sin impacto, nos ayuda a trabajar los músculos y el cuerpo con menos riesgo de lesiones. Asimismo, otras personas destacan los beneficios de deportes de mayor impacto como el running, crossfit o el boxeo.
Uno de los deportes más recomendados para dolencias físicas o salud mental es la natación. La natación es un deporte muy completo que, además, contribuye a una sensación de relajación.
Por lo tanto, hay muchos tipos de ejercicio físico, nosotros pensamos que no hay uno mejor que otro para reducir los síntomas de ansiedad. Cada persona deberá buscar el deporte que más le guste, mejor se adapte a sus necesidades y capacidades y mejor le haga sentir.
¿Cuánto deporte hay que hacer?
Para contestar a esta pregunta es importante que cada persona valore su situación, qué disponibilidad tiene y cuánto tiempo quiere invertir en hacer deporte. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar a la semana de 150 a 300 minutos de actividad aeróbica moderada o de 75 a 150 minutos de actividad de intensidad fuerte. También proponen combinar actividades aeróbicas y de fortalecimiento muscular.
Conclusión
Por lo tanto, el deporte nos aporta distintos beneficios tanto a nivel físico como mental. Por este motivo, es importante que además de tener una buena alimentación, la acompañemos de ejercicio físico para mantener un estilo de vida saludable. Además, estaremos contribuyendo a mejorar nuestro estado de ánimo y disminuir síntomas de ansiedad. Practicar deporte nos puede ayudar a producir neurotransmisores encargados de un mejor estado de ánimo, a distraernos, a gestionar mejor las emociones negativas, a sentirnos mejor con nosotros mismos, a mejorar nuestra calidad del sueño y a mejorar nuestras relaciones sociales.
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