Últimamente escucho muchas veces tanto en inglés como en español "Ok not to be OK" o "está bien no sentirse bien". Incluso hay una canción de los artistas Demi Lovato y Marshmello y, una serie de televisión con este título. Por eso, he querido dedicar una entrada a hablar sobre ello porque me parece una buena reflexión.

Estamos acostumbrados a tener la creencia de que siempre tenemos que estar bien. Sin embargo, esto no es nada realista. En el día a día siempre ocurren cosas que hay que ir superando y a las que hay que hacerles frente. Esto, la mayoría de las veces nos desgasta, nos crea ansiedad, nos entristece, etc.

Experimentar todos estos sentimientos está bien y es algo natural. Eso sí, debemos tener en cuenta que estos sentimientos negativos no deberían dominar nunca nuestra vida. En el momento en el que pasamos de poder controlarlos a no poder, se convierten en un problema que, en la mayoría de los casos, necesitará la intervención de un profesional.

No quiero que se malinterpreten mis palabras. Opino que está bien no estar bien, siempre y cuando el no estar bien sea algo momentáneo y pasajero o algo a lo que podamos hacerle frente. 

Muchas veces nos agobiamos porque tenemos ansiedad o estamos tristes. La sociedad nos enseña que tenemos que estar contentos, alegres y sonrientes la mayor parte del día. Esto hace que nos sintamos mal al sentirnos mal. Lo cual es curioso porque entramos en un círculo vicioso:

Nos sentimos mal --> Nos sentimos mal por sentirnos mal --> Nos sentimos peor...
 
Cuando si aceptáramos que, de vez en cuando, es normal sentirse mal, no nos sentiríamos mal por sentirnos mal y podríamos sentirnos mejor.
 
En mi opinión, todo el mundo debería aceptar que la ansiedad, la tristeza, etc., en su justa medida, son algo normal y natural. ¿Quién no ha tenido nunca un día malo?
 
Nos intentan vender que hay que estar todos los días contentos y felices. Esto no es para nada realista porque, como hemos comentado más arriba, en el día a día ocurren cosas no deseadas que hay que ir enfrentando.
 
Yo opino que, mientras sepamos regular estas emociones negativas y tengamos unas buenas estrategias de afrontamiento para el día a día, está bien no sentirse bien.
 
Es más, el estar todo el día alegre y contento también puede ser un problema. No sé si habréis oído alguna vez hablar sobre la felicidad patológica.
 

¿Qué es la alegría patológica?

Los sentimientos elevados de bienestar, alegría o euforia también pueden ser un problema. Son estados en los que tenemos más alegría de la esperada para determinada situación. Los síntomas más comunes son: fuga de ideas, verborrea, hiperactividad a nivel motor, desinhibición, irritabilidad, imprudencia, etc.
 
Imagínate que alguien te esté contando que tiene un familiar enfermo y tú muestres alegría o euforia.
Esto no tendría sentido ninguno y podría herir los sentimientos de la otra persona. Por eso, aunque a priori no pueda parecer un problema, el estar siempre contentos tampoco es algo bueno.

Equilibrio

Yo siempre digo que la clave de todo en esta vida es el equilibrio. Si estuviéramos todo el día tristes podríamos correr el riesgo de presentar depresión, pero si estuviéramos todo el día alegres podríamos presentar una alegría patológica.
 
Ninguno de los dos casos es una situación deseada. ¿Qué podemos hacer entonces?
 
Pues bien, lo ideal es saber encontrar el equilibrio. Esto es lo que explicábamos al principio: aceptar que está bien no sentirse bien y contar con las herramientas necesarias para poder salir de ese estado de "no estar bien".
 
Tanto si la tristeza como la alegría empiezan a dominar nuestras vidas, podríamos estar ante un problema que requiriese la intervención de un profesional de la salud mental. 

Ejemplo práctico

Vamos a poner un ejemplo práctico de lo que sería encontrar el equilibrio describiendo una situación.

Situación: Imagínate que tu jefe te ha dicho que el trabajo que has hecho se puede mejorar. 

  • Respuesta de una persona con alegría patológica: está persona está tan contenta con el trabajo que ha hecho que puede ser que le lleve la contraria al jefe por contradecirle. Se puede poner irritable o incluso agresivo.
  • Respuesta de una persona con tristeza patológica o depresión: esta persona se sentirá muy triste y pensará que es culpa suya. Quizás estos sentimientos de tristeza inunden su día y no sea capaz de continuar el trabajo y mejorarlo.
  • Respuesta de una persona que encuentra el equilibrio: en este caso, la persona se sentirá triste porque, al fin y al cabo, había pasado mucho tiempo haciendo ese trabajo. Quizás se sienta un poco ansiosa. Se da un poco de espacio para sentirse así. Al final del día se establece la meta de que tiene que mejorar el trabajo y empieza a elaborar estrategias para hacerlo.

Conclusión

Está bien no sentirse bien. Eso sí, hay que realizar el matiz de que si los sentimientos extremadamente positivos o negativos inundan nuestro día a día, necesitaremos la ayuda de un profesional de la salud mental para intentar encontrar el equilibrio. 

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