¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?
La ansiedad es un mecanismo natural adaptativo que nos activa, nos pone en estado de alerta ante situaciones que interpretamos como peligrosas. Por tanto, cierto grado de ansiedad es necesaria, convirtiéndose en un componente que nos ayuda a salir airosos de momentos que reviertan especial peligro. Una intensidad moderada de ansiedad nos sirve para mantener la concentración y aplicar todos nuestros recursos, tanto físicos como mentales, en afrontar los retos que se nos plantean.
Socialmente, la ansiedad se entiende como algo negativo, sin embargo, no es así normalmente, como cuando responde a un hecho natural y adaptativo.
ANSIEDAD ADAPTATIVA
Absolutamente todo el mundo ha experimentado ansiedad, de igual manera que hemos experimentado alegría, tristeza o ira, pues son parte fundamental de nuestra experiencia vital, son cualidades propias del ser humano y como tales, cumplen unos cometidos concretos. A priori no debemos considerar la ansiedad como algo meramente negativo, desde siempre el ser humano se ha servido de la ansiedad para enfrentarnos o poder huir de los peligros.
Cuando percibimos una situación como peligrosa, la ansiedad se activa de forma refleja, es decir, involuntariamente. Esto es totalmente normal y adaptativo, pues provoca en nuestro organismo los cambios que requiere en ese momento:
- Aumento del ritmo cardíaco, sudoración, tensión muscular, dilatación de las pupilas. Todo ello prepara el cuerpo para una acción física de mayor exigencia, justo lo necesario tanto si tuviéramos que luchar como huir.
- Inhibición o hiperactivación conductual, es decir, quedar paralizados, temblorosos, o todo lo contrario, empezar a movernos de un lado a otro, correr. Imaginemos que vamos andando y de pronto escuchamos un ruido peligroso, es posible que al habernos quedado paralizados de forma involuntaria no hayamos seguido avanzando y por tanto hayamos escapado del peligro que hubiera más adelante.
- Focalización en la amenaza. Toda nuestra atención se centra en encontrar la amenaza, dejando de tener relevancia el resto de aspectos ajenos al peligro. De esta manera nuestras probabilidades de éxito se incrementan notablemente.
En conclusión, la ansiedad adaptativa constituye una defensa natural que dista mucho de ser negativa, mas al contrario, ha sido y es necesaria para nuestra supervivencia.
ANSIEDAD PATOLÓGICA
Podemos catalogar los estados de ansiedad según su intensidad, la frecuencia y el contexto.
No siempre experimentamos la misma intensidad cuando se desencadena la ansiedad en nosotros, esta puede ir desde un simple nerviosismo, pasando por una tensión moderada e incluso una ansiedad muy elevada.
Con la frecuencia sucede de igual manera, ya sea con una incidencia ocasional, frecuente o prácticamente constante.
El contexto en el cual se activa la ansiedad puede que realmente responda a una situación que entrañe un peligro real, pero es posible también que en realidad no haya ningún peligro, por lo tanto la ansiedad se activa en una situación incorrecta o en la que el nivel de ansiedad experimentado no vaya acorde al nivel de la amenaza presente.
Aquí es donde podemos empezar a hablar de un problema con la ansiedad, cuando esta es patológica, lo que viene a significar que experimentamos ansiedad/nerviosismo de manera intensa o constante en situaciones inofensivas. Es un problema, como decíamos, porque es una ansiedad que no responde a ninguna utilidad, pues o bien no existe amenaza o bien en vez de dotarnos de alguna ventaja, nos interfiere en nuestras vidas, generándonos un malestar importante.
Sin lugar a dudas, la ansiedad patológica debe ser tratada a fin de ponerla bajo control, que la persona tenga la capacidad de manejarla, pues hay que tener en cuenta que en si misma, la ansiedad ni puede ser eliminada, ni se debe serlo, dada su función adaptativa (de utilidad) cuando funciona correctamente.
SÍNTOMAS Y MANIFESTACIÓN DE LA ANSIEDAD
La ansiedad se manifiesta bajo una amplia gama de síntomas: físicos, sentimientos y pensamientos negativos y hasta cambios de conducta.
Con más detalle, podríamos hablar de nervios, intranquilidad, sentimientos de miedo o inseguridad, pulso acelerado, sensación de ahogo, mareos, sudoración excesiva. También son frecuentes preocupaciones excesivas, pensamientos de muerte inminente, cambios de comportamiento, evitación de algunos lugares, etc...
Esta variedad de síntomas se debe a que la ansiedad se da en 4 niveles:
- Cognitivo
- Emocional
- Fisiológico
- Conductual
En cada persona predomina un tipo de síntomas, algunos son más conscientes de los aspectos de un nivel sobre otro, incluso en una misma persona, la relevancia de estas manifestaciones puede cambiar de un momento a otro.
COGNITIVO
La ansiedad está relacionada con nuestros pensamientos y creencias, es así porque como interpretamos las cosas y pensamos ejerce gran influencia en nosotros. Imaginemos que vamos conduciendo y de pronto suena un ruido extraño, las reacciones que se desencadenarán a continuación en nosotros serán diferentes si pensamos que simplemente hemos atravesado un bache de la carretera a si pensamos que el ruido es producto de un fallo mecánico grave.
Catalogamos nuestras experiencias constantemente, el problema reside en que no siempre lo hacemos correctamente. Esta interpretación errónea nos causa gran cantidad de problemas. Por ejemplo, si cuando una persona tras subir un tramo de escaleras largo nota un poco de dificultad en respirar, algo totalmente normal, lo identifica con que esta sufriendo un ataque de asma, tenderá a ponerse nerviosa, a respirar más rápido y posiblemente hiperventilar, lo que le acarreará sensaciones molestas: confusión, mareos, sensación de no poder retener el aire, etc.
En este caso, la ansiedad se manifiesta a nivel mental en forma de pensamientos negativos, anticipatorios y catastrofistas con cierto grado de hipocondría.
EMOCIONAL
Son los sentimientos o emociones que experimentamos en los estados de ansiedad. Quien padece ansiedad, se siente nervioso, intranquilo, con miedo y angustia. Están alerta, como expectantes ante el peligro y sienten que algo malo les puede pasar. Es frecuente también que sientan inseguridad, incapacidad para afrontar las dificultades.
A veces también sienten desconcierto, al no saber que les está courriendo realmente; frustración, al no saber como mitigar ese malestar; impotencia, al sentirse dominados por el malestar ansioso. Es posible que caigan en el desánimo, por encontrarse mal y no llevar una vida normal.
FISIOLÓGICA
Sería toda aquella reacción que notamos en nuestro cuerpo.
La ansiedad provoca un aumento de la activación del sistema nervioso autónomo, lo cual afecta a distintos órganos: corazón, aparato digestivo, etc.
Nuestro cuerpo reacciona ante estímulos y demandas, si estamos haciendo ejercicio, si tenemos hambre, si nos sobresaltamos, es algo normal. La ansiedad genera diferentes cambios en nuestro organismo, el nerviosismo aumentara la circulación de la sangre a las extremidades mientras que la disminuye en el cerebro, el corazón latirá mas rápido para oxigenar el organismo. Por tanto, la ansiedad tiene efectos físicos, no es algo exclusivamente mental, como a veces y desde el desconocimiento se dice popularmente.
Todas estas sensaciones y reacciones pueden llegar a ser molestas, máxime cuando se producen en situaciones que no debiera, pero ninguna de estas sensaciones son peligrosas, ninguna de ellas nos va a causar un daño real, simplemente son molestas. En conclusión, es importante tener presente que nadie ha muerto por ansiedad, aunque cuando la padecemos nuestros pensamientos negativos nos hagan creer que esto es una posibilidad.
CONDUCTUAL
La conducta de una persona también puede verse afectada, ya sea por inhibición, quedando totalmente paralizada, o al contrario, con una inquietud excesiva. De igual modo afecta a nuestra concentración y a la toma de decisiones.
Es frecuente la aparición o aumento de tics nerviosos y conductas compulsivas. También se da una comprobación constante de la salud (tomarse el pulso repetidamente, mirarse en el espejo para comprobar nuestro aspecto), búsqueda de ayuda externa que tranquilice (realizar consultas o pruebas médicas, buscar información en internet, tratar de estar acompañado).
Finalmente tenemos conductas de evitación y de escape, cuando evitamos situaciones o lugares donde previamente hemos tenido episodios ansiosos o donde creemos que puede desencadenarse dichos episodios. Estas conductas son problemáticas, porque con el tiempo van aumentando el número de actividades o situaciones a evitar/escapar, lo cual interfiere en la vida cotidiana de la persona.
SUPERA LA ANSIEDAD
Cuando la ansiedad es patológica:
- Es desproporcionada en relación a la situación
- Dura más que el peligro potencial
- Se activa en situaciones inofensivas
- Aparece sin causa aparente
La mejor opción para comprender y superar lo que te sucede es buscar ayuda profesional
COMENZAR TERAPIADESARROLLO DE LA ANSIEDAD
Las cuatro formas de manifestarse que tiene la ansiedad (mental, emocional, fisiológica y motora), interactúan entre sí en lo que se denomina el círculo de la ansiedad.
Cuando ante una situación pensamos negativamente, como consecuencia de esto, nos invaden sentimientos desfavorables a los que el cuerpo reacciona generando malestar, todo esto hace que pongamos en marcha comportamientos que no son los adecuados para gestionar la situación generadora de ansiedad.
Por tanto el "círculo de la ansiedad" indica que los 4 tipos de respuestas ansiosas se influyen entre sí iniciando, manteniendo e incluso perpetuando la experiencia de ansiedad.
TRASTORNOS DE ANSIEDAD MÁS COMUNES
Entre los trastornos de ansiedad podemos diferenciar manifestaciones distintas dependiendo del tipo de amenaza percibida. Aunque se realice esta catalogación, no significa que una misma persona no pueda experimentar varios tipos de ansiedad simultáneamente.
Estos son los más comunes:
TRASTORNO DE PÁNICO
También se les denomina ataques de pánico, episodios de angustia y crisis de ansiedad. Son episodios en los que una persona se siente de forma repentina con mucho miedo y malestar, el cual alcanza su máxima expresión en minutos. Además va acompañado de una variedad de síntomas intensos y altamente desagradables.
Los síntomas mas característicos son sensación de ahogo, opresión o dolor en el pecho, mareos, perdida de conciencia, miedo a desmayarse, temblores, sudoración, sofocos, miedo a volverse loco y miedo a morir. Estos síntomas son tan desagradables que la persona desarrolla miedo a volver a padecerlos.
FOBIA SOCIAL
Es un miedo y ansiedad intenso cuando se dan situaciones sociales que exponen al individuo ante otras personas. La persona que padece fobia social siente un miedo desproporcionado a que su actuación o interacción resulte humillante o vergonzosa, a mostrar síntomas de ansiedad que creen una valoración negativa de su persona en los demás.
Estas personas tienen conductas de evitación, por lo que evitan situaciones concretas, como hablar o comer en público, pero por regla general evitan la mayoría de las relaciones sociales.
TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA
Es un patrón de preocupaciones excesivas, un miedo irracional y desproporcionado ante diferentes aspectos de la vida diaria, la cual se convierte en una constante preocupación, con estados de inquietud y nerviosismo.
La ansiedad afecta la vida de la persona, acaba dominándola, lo cual repercute de forma negativa en todas sus actividades presentes e incluso futuras, pues nos lleva a imaginar de forma anticipatoria los sucesos venideros, pero poniendo el foco en las sensaciones negativas que se experimentan en el presente.
TRASTORNO DE AGORAFOBIA
Quien padece este trastorno siente un intenso miedo y ansiedad ante determinadas situaciones o espacios, dado que temen no poder escapar ni recibir ayuda en caso de que se desencadene un ataque de pánico. Los pensamientos de anticipación catastrofista son una constante en la agorafobia, prácticamente se puede decir que es "tener miedo de tener miedo".
Todo esto lleva a la persona a evitar lugares y situaciones o de no hacerlo, necesita estar acompañado para poder afrontarlo.
TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO
Las personas que padecen este trastorno (TOC) experimentan pensamientos recurrentes y persistentes, que hacen acto de presencia de forma intrusiva y no deseada (obsesiones), ante lo cual y para frenar la elevada ansiedad que le generan dichas obsesiones, realizan comportamientos repetitivos o rituales (compulsiones) que puede llevarles bastante tiempo y termina limitando su actividad diaria.
HIPOCONDRÍA
Es un trastorno mental caracterizado por una preocupación excesiva, constante y obsesiva ante la posibilidad de padecer o estar padeciendo una enfermedad. Esta preocupación persistente por la propia salud se complementa con una interpretación personal y catastrofista de sensaciones corporales, que provocan un aumento de la ansiedad, lo cual propicia nuevas sensaciones corporales, propias de la activación ansiosa, la cuales serán interpretadas nuevamente de forma negativa.
Se tiene tendencia a exagerar los padecimientos, independientemente de que sean reales o imaginarios.
CONSULTA A PSICÓLOGOS
Si buscas soluciones a tu ansiedad y quieres informarte sobre terapias, ponte en contacto con los psicólogos de Psiquion desde el formulario de contacto de sus fichas.
DIRECTORIO DE PSICÓLOGOS